El monto del paquete, que es superior al presupuesto de la defensa de países como Ecuador y Perú, "prevé que Israel tiene que gastar la totalidad de los fondos en adquirir equipamiento militar estadounidense", informó BBC.
El convenio firmado por los dos países permite a Washington quedarse no solo con el dinero sino también con los puestos de trabajo requeridos para la fabricación del armamento que será comprado por Tel Aviv.
El acuerdo bilateral anterior permitía a Israel gastar hasta un 25% de los recursos en compras a su propia industria militar y también disponer de una parte de los fondos para comprar combustibles.
"Este es un difícil acto de equilibrio. Es una forma de demostrar que Estados Unidos aún apoya la existencia de Israel y que le da suficiente respaldo, pero también una forma de decirle a Israel que no puede lograr todo lo que pide", afirmó Peter Gourevitch, profesor de la Universidad de California en San Diego, al medio británico.
No obstante, el experto afirmó que la ayuda militar estadounidense es "totalmente necesaria", debido a que Israel es un país muy pequeño y ubicado en una región de "gran hostilidad".