Relaciones entre Clinton y Rusia: de un 'reinicio' a una 'sobrecarga'

A pesar de que unos años atrás, durante la campaña electoral de 2008, la señora Clinton cedió ante Obama, fue ella quien se encargó en su Gobierno de realizar la política exterior del país norteamericano, ocupando el puesto de secretaria de Estado, recuerda Foreign Policy.

Durante su primer encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, como símbolo del nuevo acercamiento Clinton le obsequió entonces un botón rojo, solo que en vez de la palabra 'reinicio', este decía 'sobrecarga', palabras que en ruso suenan parecido, pero tienen un significado muy diferente. Este pequeño disentimiento marcó toda su gestión.

Las tensiones comenzaron a elevarse en 2011, cuando Rusia se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia, con el fin de preservar vidas civiles.

Según personas familiarizadas con el curso de las negociaciones diplomáticas, Clinton aseguró que esto no significaría la entrada de fuerzas aéreas de la OTAN en el conflicto interno que vivía el país árabe. Más tarde llegó el video en el que la entonces secretaria de Estado comentaba entre risas la muerte de Muammar Gaddafi: "Llegamos, vimos, él murió". Desde entonces Libia pasó de ser uno de los países más prósperos de África, a un terreno sin ley controlado por grupos paramilitares.

Antes de abandonar el Departamento de Estado a principios de 2013, Hillary Clinton escribió al presidente Barack Obama una nota en la que indicaba que el tan trabajado 'reinicio' de las relaciones con Moscú fue un fracaso. Ella instó a Obama establecer un 'nuevo curso', adoptando una política más dura contra el presidente ruso, Vladimir Putin.

Ya para octubre del 2015, durante el primer debate en las primarias demócratas de la actual campaña presidencial, Clinton intentó romper con la política de Obama, instando a la introducción de una zona de exclusión aérea en Siria.

"En estos momentos, para controlar todo el espacio aéreo sirio, tendríamos que llegar a una guerra con Siria y Rusia", opina sobre esa iniciativa el jefe del Estado Mayor Conjunto del país norteamericano, general Joseph Dunford.

Clinton, además, fue quien convenció a Obama de usar la fuerza militar en Siria, cuando se produjeron toda una serie de ataques químicos. Solo la iniciativa de Putin, quien convenció a Asad de entregar su armamento químico bajo el control de entidades internacionales, salvó al presidente estadounidense de tener que tomar esa decisión.

La actitud agresiva de Clinton hacia Moscú y sus acusaciones de que en Putin no se puede confiar y se le debe responder con fuerza, es muy diferente a la posición que mantiene Trump, quien insta a una cooperación más estrecha de Estados Unidos y Rusia en Siria.

"Rusia quiere aplastar a Daesh no menos que nosotros. Sería muy bueno si pudiéramos trabajar juntos. ¿Acaso no sería maravilloso?", dijo Trump el 7 de septiembre en el marco del 'Foro Comandante en jefe'.