El brillante destello iluminó el cielo de una gran parte del país ibérico, especialmente en Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía. El fenómeno pudo ser registrado por el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo), Huelva, Sevilla y el observatorio astronómico de Calar Alto (Almería), todos operados por la Universidad de Huelva.
Al parecer, las bolas en cuestión no guardan relación con lo ocurrido el 27 de septiembre, cuando un meteoro impactó con la atmósfera terrestre a una altitud de 111 km sobre la provincia de Albacete y desapareció a unos 75 km al sur de la provincia de Cuenca, informa ABC.
La similitud entre ambos eventos se debe a que las bolas son consecuencias de la entrada en la atmósfera de fragmentos de roca más son desprendidos de distintos cometas.
La bola de fuego del 27 de septiembre proviene del cometa 2p/Encke, asociado a la lluvia de meteoros de las Táuridas, arrojaron las investigaciones de José María Madiedo, profesor de la Universidad de Huelva, citado por ABC. Al momento no se tiene información de la procedencia de la segunda y tercera bola.