Peres fue enterrado a poca distancia del exprimer ministro asesinado Isaac Rabin, con el que compartió el Nobel de la Paz en 1994 y años de vida política.
Su funeral fue un momento de honrar la memoria del emblemático dirigente pero sobre todo de mirar hacia el futuro, como Peres siempre pedía, para subrayar la necesidad de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.
"Incluso en los momentos de ataques terroristas, de desilusiones repetidas en la mesa de negociación, Peres insistió en que los palestinos deben ser vistos como seres tan dignos como los judíos y con derecho a la autodeterminación", destacó el mandatario estadounidense Barack Obama.
"El creía que Israel sólo estaría protegido cuando los palestinos tuvieran su propio Estado", agregó.
En primera fila lo escuchaba el presidente palestino Mahmud Abbas, que pidió venir al funeral y recibió el visto bueno de las autoridades israelíes.
"La presencia del presidente Abbas aquí nos recuerda que la paz aún no se ha logrado", aseveró Obama.
Una de las imágenes más importantes del día fue sin duda el apretón de manos entre Abbas y el primer ministro Benjamin Netanyahu. Los dos líderes no se encontraban cara a cara desde hace un año.
"Es un placer estar aquí. Hace tiempo que no nos veíamos", ha dicho Abbas al saludar a Netanyahu.
Desde 2014, las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos están congeladas y la idea de dos Estados es hoy un sueño lejano. En Israel, la sociedad ha dado desde hace años un profundo giro a la derecha, avanza la colonización y los sentimientos ultranacionalistas mientras que la izquierda pierde fuerza y no logra imponerse como fuerza de oposición. En Palestina, las divisiones entre la Autoridad Palestina y el movimiento islámico Hamas y los ataques palestinos contra soldados o colonos israelíes, que comenzaron hace un año, dificultan también el reinicio de cualquier negociación de paz.
"Tenemos que dividir la casa en dos. ¿Dónde están los líderes valientes hoy? ¿Dónde están los herederos de Peres?", se preguntó, indignado el escritor y amigo personal de Peres, Amos Oz.
Tema: Conflicto en Oriente Próximo
Desde hace semanas, Abbas y Netanyahu dicen querer reunirse pero intercambian reproches sobre las causas que hacen que su encuentro aún no se haya producido.
"Mi querido Shimon: habrá paz, te lo digo desde lo más profundo de mi corazón", dijo Netanyahu dirigiéndose al ataúd del premio Nobel.
"Creo que su legado es el propio Estado de Israel. El hecho de que Israel exista y sea un país seguro, que haya sobrevivido a tantas guerras, es gracias en parte a Peres", explica Eyal Schiler, joven estudiante.
Desde el jueves, más de 50.000 personas pasaron por la capilla ardiente de Peres instalada en el Parlamento israelí para rendirle un último homenaje. Este viernes, varios centenares se congregaron en torno al monte Herzl para despedirlo y seguir la ceremonia a través de pantallas gigantes.
"Tu muerte es el fin de una era, la era de los gigantes que dedicaron su vida al Estado de Israel. Hoy se cierra para todos un capítulo de nuestras vidas", lamentó el presidente israelí Reuven Rivlin.
Peres fue enterrado en un sencillo ataúd de madera, como manda la tradición judía, rodeado de sus hijos y nietos.
"Te recordaremos como una persona cuya grandeza se deriva de su profunda pasión a la ahora de servir una gran causa y no por un deseo de poder", dijo su hijo Jemi.