En años anteriores la protesta también ya había tenido eco en países como Chile, en 2014:
En Brasil, la protesta tuvo lugar en un shopping al sur del país el pasado julio. La razón fue la misma: un guardia de seguridad le había pedido a una madre que se retirara de la plaza de alimentación para amamantar a su hijo. La mujer, indignada, se desahogó en su cuenta de Facebook mencionando incluso la existencia de una ley local que protege la lactancia. Pronto su relato se hizo viral en las redes sociales y se armó la movilización en el mismo centro comercial.
"Amamantar en público está mucho más aceptado en América Latina que en Estados Unidos, pero creo que viene resurgiendo una ola conservadora que intenta recolonizar el cuerpo femenino", consideró en entrevista con Sputnik la socióloga brasileña Natália Mori, quien vivió en Estados Unidos de 2012 a 2016 con sus dos hijos pequeños. "Allá es un horror. Las mujeres literalmente se tapan. Hay una concepción moralista diferente, como si fuera un acto de obscenidad", contó. De hecho, hay todo un mercado de accesorios para tapar al pecho durante la lactancia en público en el país.
Mientras que centenares de madres han ocupado lugares públicos para dar el pecho simultáneamente y reivindicar sus derechos, el hashtag #teteadamasiva se consolida como una protesta permanente en las redes sociales. En Instagram hay miles de fotos de mujeres amamantando a sus hijos. La diputada argentina Victoria Donda es una de ellas.
En Facebook, usuarias denunciaron que la plataforma de Mark Zuckerberg bloqueó sus cuentas temporalmente tras la publicación de esas imágenes.
Mujeres con visibilidad pública también se han manifestado en sus propios trabajos, como parlamentarias en Argentina, Brasil, España y, más recientemente, en Islandia. También lo hicieron dos periodistas argentinas mientras conducían noticieros televisivos: