De acuerdo con el columnista del periódico ruso Vzglyad, Evgueni Krútikov, actualmente hay dos percepciones clave del conflicto armado en Siria: la primera está relacionada con la existencia del grupo terrorista Daesh; la segunda con el lema, repetido hasta la saciedad, de que 'Asad tiene que irse'.
"En realidad es un debate bastante extraño. Con Asad tenemos la oportunidad de unir no a todo el país, pero sí al menos a su mayor parte. Sin Asad, la guerra civil en Siria podría convertirse en una guerra de exterminio que continuaría largos años (…) hasta que se quede solo una parte", escribe el periodista en su artículo, subrayando que, debido a la existencia del factor religioso, ni las operaciones humanitarias ni la comunidad internacional podrán poner fin a este conflicto.
Durante años de guerra, Bashar Asad se ha distinguido como un gobernador firme y decisivo, lo que nadie esperaba de él, subraya el autor. Cabe mencionar que el político se ha comportado como un verdadero sirio y no como el representante de un grupo religioso o un clan. Con todo eso, Asad siempre ha demostrado su disposición al diálogo con aquella parte de la sociedad que se había manifestado en su contra por razones personales y políticas.
Las previsiones actuales de que el conflicto bélico en Siria puede durar al menos 10 años más pueden tornarse en realidad si ahora "rechazamos apoyar al presidente sirio y su Ejército en beneficio de las ideologías de las élites occidentales". Según el periodista, precisamente estas ideologías, y no la conducta de Damasco y Moscú, son las que convierten a la sociedad civil de Siria "en rehén de la guerra".