"Los beneficios para Ankara de la operación en Mosul dependerán de las medidas que se adoptarán después de que Daesh sea expulsado de allí y de si (la ciudad iraquí) estará dividida o no en seis pequeños sectores según los factores étnico, confesional y sectario", dijo Yakis.
Indicó también que "si Turquía logra (…) evitar que combatientes chiíes entren en el centro de la ciudad donde se encuentran los suníes, será la mayor ganancia para Turquía".
El 17 de octubre el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, anunció el inicio de una ofensiva para recuperar Mosul, ocupada por Daesh (o Estado Islámico, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países) desde junio de 2014.
En la operación participan, según los medios, unos 30.000 militares iraquíes y las milicias kurdas, los peshmerga, a los que apoya desde el aire una coalición de más de 60 países liderada por EEUU.
Más: Ministro turco: Mosul puede ser motivo para la Tercera Guerra Mundial
Turquía, que forma parte de la coalición internacional contra Daesh, también anunció su apoyo a los peshmerga en esta operación, información que negaron la comandancia de las Fuerzas de Irak y los militares kurdos al volver a calificar de indeseable la presencia turca.