El 'secuestrado' envío falsos mensajes a su madre en los que aseguraba que "si deseaba volver a ver a su hijo y tener una vida en paz" debía reunir 600 euros. Ante estos mensajes, la mujer procedió a denunciar ante la Policía el secuestro de su hijo y los agentes no tardaron en descubrir que el joven estaba libre en Parla, una localidad madrileña, y que no había sufrido ningún tipo de lesión durante su supuesto 'cautiverio'.
Según el medio, una vez en la comisaría, el chico se derrumbó y reconoció que había simulado su propio secuestro para hacerse con 600 euros y saldar así una deuda. Tras esta confesión, los agentes procedieron a detenerlo por simulación de delito.