Según los autores del artículo, los objetivos de la visita repentina del presidente saliente a Atenas fueron determinados por el centro de investigación política de la Fundación Heritage, "una fortaleza de los líderes beligerantes de la política exterior estadounidense".
Así, los empleados de la fundación elaboraron para Obama un plan de acción compuesto por tres puntos clave.
"Lo primero es presionar a Grecia para que vote a favor de la reanudación de las sanciones antirrusas en diciembre cuando la propuesta se someta a la votación en la UE", dice al artículo.
La segunda demanda consiste en que Grecia se oponga al despliegue de las naves militares rusas en sus puertos, debido a que "es inaceptable que un aliado dentro de la OTAN proporcione apoyo a la flota rusa".
El apelativo de la exrepública yugoslava sigue siendo el obstáculo principal para la integración del país a la OTAN debido a que Grecia se opone por temor a que, una vez superada la cuestión del nombre, surja la posibilidad de que Macedonia le reclame parte de su territorio homónimo.
Lea más: "El ingreso de Montenegro en la OTAN alteraría la situación en Europa"