"Prefiero mirar al futuro y esperar que podamos alcanzar un progreso, aspiro a una buena cooperación con Rusia, en el pasado trabajé con Rusia y espero seguir colaborando en el futuro", dijo a RIA Novosti.
Agregó que espera que Moscú dé luz verde al plan humanitario de la ONU en Alepo oriental.
Así respondió a la crítica por parte del viceministro ruso de Exteriores Guenadi Gatílov, quien había afirmado que Egeland no logró cumplir sus objetivos sobre los corredores humanitarios.
"Son otros los que deben decidir si trabajo bien o no; pero no fui yo quien bloqueó el acceso (de la ayuda humanitaria), sino las partes del conflicto", dijo.
Añadió que cuando los participantes armados del conflicto en el terreno impiden el acceso, la ONU no puede hacer nada, es por eso que se requiere "una mayor ayuda por parte de todas las partes del conflicto".
"Cada día, cada noche y cada fin de semana trabajamos para recibir el acuerdo de las partes de este conflicto para garantizar el acceso y la evacuación médica desde las zonas asediadas", añadió.
Por fin el asesor enfatizó que la ONU confía en que Moscú y Damasco den su acuerdo a una nueva pausa humanitaria en Alepo antes del jueves 24 de noviembre.
"Estamos esperando con impaciencia la respuesta de Moscú y Damasco y confiamos en recibirla, como muy tarde, en la reunión de los subgrupos de trabajo del Grupo Internacional de Apoyo a Siria este jueves", sostuvo.
Egeland señaló que la oposición armada siria del este de Alepo ya confirmó a la ONU que acepta la operación humanitaria en esa zona.
"Nos dieron su acuerdo de principio sobre todo el plan de Naciones Unidas, incluida la evacuación, pero tenemos que volver a identificar el número de personas que la necesitan", explicó.
Según Egeland, la ONU considera realista declarar una nueva pausa humanitaria la semana que viene.
Comentó también que el personal de la oficina de Naciones Unidas en el oeste de Alepo tuvo que ser evacuado a Damasco y Homs tras un ataque por parte grupos de la oposición armada.
La ONU espera que sus empleados vuelvan a la oficina de Alepo, continuó, pero para ello es necesario "analizar la situación de seguridad".
En los últimos meses en Alepo y sus alrededores se libran intensos combates. El 18 de octubre, Rusia y Siria suspendieron los bombardeos aéreos contra las facciones terroristas en el este de Alepo y establecieron a partir del día 20 una tregua humanitaria de tres días para que los civiles y extremistas abandonaran esta parte de la ciudad. Otra pausa humanitaria se declaró el 4 de noviembre.
La guerra en Siria ha provocado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.
A la vez, una investigación reciente del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias rusa, basada en los datos del Buró Estadístico Central sirio, cifra en 105.000 el total de sirios muertos en el conflicto, entre ellos 45.000 militares y milicianos, 24.000 terroristas de nacionalidad siria y 36.000 civiles, de los que la mayoría murieron a manos de los yihadistas y combatientes de la llamada "oposición moderada".