"Es una nueva provocación de envergadura de las autoridades ucranianas que busca escalar el conflicto entre Rusia y Ucrania", dijo Zajárova.
Explicó que la decisión de Ucrania tiene por objetivo provocar una reacción fuerte de Rusia.
La diplomática no excluyó que "tras la victoria de Donald Trump en las elecciones en EEUU, Kiev con todas las fuerzas intenta preservar a EEUU como su principal patrocinador".
El 24 de noviembre Ucrania que no reconoce a Crimea como territorio ruso, anunció que ensayará misiles frente a las costas occidentales de la península y difundió un NOTAM en el que advierte de las restricciones para los vuelos en esa zona.
La agencia rusa para el transporte aéreo, Rosaviatsia, exigió a los ucranianos anular el NOTAM y condenó sus intentos inadmisibles de establecer zonas de exclusión aérea en el espacio soberano del país.
El Ministerio ruso de Defensa entregó al agregado militar de la Embajada de Ucrania una nota de protesta en la que hace constar que la zona declarada como peligrosa para los vuelos viola los límites de las aguas territoriales de Rusia.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría de los votantes, más del 96 por ciento, avalaron esta opción.