"En realidad, aquí en Porto Alegre, tenemos desde el año 2000 un equipo que trabaja en este tipo de tareas. En aquella época, yo era el director de la Policía Metropolitana y el grupo Justicia y Derechos Humanos me informó de la existencia de grupos neonazis aquí, en Río Grande del Sur. Al principio, no me lo creí mucho y pensé: '¿neonazis aquí? Brasil es el país de futbol, del carnaval, etc.'", recordó.
Entonces, Jardim creó una división para ver hasta qué punto esta información era veraz. De modo que los policías comenzaron a rastrear varios lugares y a investigar a personas y agrupaciones, tales como Góticos, Cabezas Rapadas de Brasil, Cabezas Rapadas de la ABC —región industrial dentro del estado de Sao Paulo-, entre otras.
A partir del 2000, una vez que las fuerzas de seguridad tomaron medidas al respecto, más de 50 de personas fueron encarceladas, varias de ellas procesadas por un jurado tras ser acusadas de homicidio.
Durante la 'operación Azov', realizada por Jardim, fueron aprehendidos computadores, documentos y diversos materiales de propaganda nazi, como ejemplares de la obra 'Mein Kampf', escrita por Adolf Hitler, y panfletos del movimiento 'White Power Soul Skin' (Poder de la Piel Blanca del Sur).
El policía explicó la razón por la que la acción policial contra los grupos ultraderechistas había sido bautizada con semejante nombre.
"Hace unos 10 meses recibimos informaciones de que estaban llegando individuos de Ucrania y de otros lugares del este de Europa con el objetivo de convencer a personas vinculadas con el movimiento neonazi de ingresar en el Batallón Azov, ir a Ucrania e integrarse en este movimiento. Varias personas fueron arrestadas y tuvieron que prestar declaración", relató Jardim.
El agente del orden añadió que, aunque interrogaron a varios sujetos, los detenidos fueron liberados porque el encarcelamiento en Brasil solo puede ser realizado de dos formas: a causa de un delito flagrante o por una orden judicial.
"No conseguimos el flagrante, mientras que la orden judicial que presenté solo era por registro e incautación, es decir, para prevenir una posible acción futura", explicó.
Por ahora, algunos de los neonazis brasileños arrestados en el marco de la 'operación Azov' se hallan en centros penitenciarios del estado acusados de tentativa de homicidio, lesiones corporales y otros cargos.