El sistema de cuatro niveles de contaminación, que se introdujo en China en 2013, hace saltar la alerta roja cuando se superan los tres días consecutivas del smog, en naranja.
Igualmente tienen que pasar más de tres días de amarillo para llegar al naranja y dos días de azul para cambiar, este primero se declara tras una jornada de alta contaminación.
Tras la declaración del nivel más alto de alerta, se introducen varias medidas, entre ellas la limitación del tráfico, principal fuente de contaminación, el cese de obras de construcción y el funcionamiento de fábricas.
Además las autoridades ordenan cerrar las escuelas y jardines infantiles, así como lavar las carreteras al menos una vez al día.
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Desde 2013, las autoridades chinas anunciaron el nivel de alerta roja sólo tres veces.