Entre el domingo y el lunes 60 presos fueron asesinados en dos cárceles de Manaos (Amazonas) y la mañana de este viernes otros 33 presos fueron encontrados muertos en la cárcel agrícola de Monte Cristo, en el estado vecino de Roraima, en la frontera norte de Brasil.
El presidente de la OAB, Claudio Lamachia, aseguró que el Estado brasileño perdió el control de las cárceles, que están en manos del crimen organizado, por lo que con la acción en la Corte Interamericana se quiere presionar para que se cumplan las leyes y el Estado de Democrático de Derecho.
"Lo que ocurrió en Amazonas y en Roraima es la demostración más clara, cabal y definitiva del total fracaso del Estado brasileño en la administración del sistema de prisiones", dijo Lamachia en declaraciones a la prensa.
En sus últimas comunicaciones públicas el gobierno brasileño resaltó que la situación está "bajo control" y subrayó que el próximo plan nacional de seguridad pública contemplará la construcción de cinco nuevas cárceles de máxima seguridad para aliviar el masificado sistema penitenciario.