Se estima que durante el dominio colonial alemán, entre los años de 1904 y 1908, cerca de 100.000 personas fueron asesinadas en el África del Sudoeste Alemana (actual Namibia).
A diferencia de lo ocurrido con las víctimas de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, Alemania se negó a pagar reparaciones a las víctimas del genocidio namibio y alegó que paga millones de dólares para ayudar al desarrollo del país africano.
"No hay ninguna garantía de que la ayuda exterior propuesta por Alemania llegue a las comunidades indígenas que fueron directamente perjudicadas [por el genocidio]", afirmó Ken McCallion, abogado de los demandantes, a Reuters.
Según muchos informes publicados, las víctimas fueron sometidas a duras condiciones en campos de concentración y a algunos les fueron cortadas sus cabezas, las cuales eran posteriormente enviadas a Alemania para la realización de experimentos científicos.
El caso de los pueblos namibios ha sido presentado ante el Tribunal de Distrito de Manhattan (EEUU) bajo el estatuto de reclamación por agravios contra extranjeros, una ley de 1979 invocada frecuentemente en casos de derechos humanos.