"Cualquier nación vería con malos ojos el incremento de la presencia militar extranjera cerca de sus fronteras, y es como lo vemos nosotros", dijo el representante del Kremlin.
El portavoz añadió que Moscú lo ve "como una amenaza".
Al comentar las declaraciones sobre implicación rusa en hackeos, el portavoz destacó que estas se basan en datos falsificados.
"Consideramos muchas declaraciones al respecto una falsificación e información no profesional", dijo al comentar las palabras del candidato a secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, sobre los supuestos ataques de los hackers rusos contra EEUU.
Recordó que Moscú ya ha dicho en reiteradas ocasiones que descarta todo tipo de acusaciones sobre el tema considerándolas "una tontería".
Peskov agregó que el tema "ya se convirtió en una verdadera histeria y, como ya sabemos, no es posible encontrar el núcleo racional mientras dure, hace falta esperar que se acabe".
EEUU planea trasladar a Polonia un total de 3.500 soldados, más de 400 vehículos de orugas y más de 900 vehículos de ruedas, incluyendo 87 carros de combate M1A2 Abrams, 18 obuses autopropulsados Paladin, más de 400 vehículos Humvee y 144 blindados de infantería Bradley.
Los militares estadounidenses se emplazarán en cinco localidades del oeste de Polonia (Zagan, Drawsko Pomorskie, Skwierzyna, Swietoszow y Boleslawiec) y participarán, junto con las tropas polacas, en un ejercicio a gran escala que tendrá lugar a finales de enero en el marco de la política de contención de Rusia en el este de Europa.
Durante la cumbre de Varsovia, en julio de 2016, la OTAN decidió desplegar en abril próximo cuatro batallones multinacionales en Polonia, Lituania, Letonia y Estonia.
Los cuatro batallones tendrán de 600 a 1.000 militares cada uno y estarán a cargo de un país líder (Alemania, Canadá, EEUU y Reino Unido) que asumirá el mando y aportará el grueso de los efectivos.
Los batallones permanecerán en su destino continuamente pero se rotarán cada seis o nueve meses.
En el futuro, en la localidad polaca de Redzikowo se instalará también un puesto de radares y misiles interceptores que será parte de la arquitectura de defensa frente a cohetes balísticos que incluye cuatro buques destructores de EEUU emplazados en la base de Rota, sur de España, un radar en Turquía y el sistema Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu.