La operación, según la agencia Tasnim, se ve obstaculizada principalmente por las vigas de metal ardientes en la escena donde todavía se elevan al cielo las columnas de humo blanco.
Previamente, el alcalde de Teherán, Mohammad Baqer Qalibaf, estimó entre 20 y 25 el número de personas que pudieron haber quedado atrapadas entre los escombros.
La torre Plasco, de 17 pisos, era una de las más antiguas de la capital iraní.
Este edificio de 42 metros construido a principios de los 1960, y que últimamente alojaba a centenares de talleres y tiendas de confección, se derrumbó el 19 de enero a raíz de un incendio que se prolongó por varias horas.