"Estamos preocupados por el crecimiento de las tendencias nacionalistas y racistas en Europa porque afecta a las fuerzas políticas gobernantes europeas", dijo en una rueda de prensa conjunta con su homólogo serbio, Aleksandar Vucic, en Belgrado.
Respecto a la potencial contribución de Serbia a la resolución de la disputa sobre la denominación de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Tsipras respondió: "Si alguien quiere ayudar a resolver el problema, ambas partes (del conflicto) deben tener también ganas de resolverlo".
Grecia —indicó— muestra paciencia para solucionar la disputa pero "no lo ve posible si perseveran las posturas irredentistas y el nacionalismo".
A fines de diciembre pasado el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, recordó el bloqueo de Grecia en 2008 respecto a la invitación de Macedonia a la OTAN y la disputa pendiente de la denominación de la república entre Atenas y Skopie que, en su opinión, convirtieron a la república en un "candidato endémico para ser miembro de la UE y la OTAN".