"Nuestra posición sobre este asunto está clara: mientras no se den pasos reales para cumplir los Acuerdos de Minsk, no se podrá plantear el alivio de las sanciones", dijo Kaljulaid citada por su oficina de prensa.
Las relaciones entre Moscú y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis ucraniana y particularmente tras la adhesión de la península de Crimea a Rusia.
Desde 2014, EEUU, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió al embargar algunas de sus exportaciones agroalimentarias.
Ucrania y Occidente afirman que Rusia está tras los acontecimientos en Donbás.
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Moscú reiteró en numerosas ocasiones que no tiene relación alguna con los sucesos en el este de Ucrania, no suministra a las milicias equipos militares ni municiones, no es parte del conflicto interno ucraniano y está interesado en que el país vecino supere su crisis política y económica.