La manifestación, que todavía continúa por las calles de la capital catalana, reunió a 160.000 personas según la Guardia Urbana y más de 300.000 según la organización.
El éxito de la convocatoria convierte esta manifestación de Barcelona en la protesta más numerosa de las que se han hecho hasta ahora en Europa por la actual crisis de los refugiados.
Al manifiesto que impulsó esta marcha se han adherido más de 70.000 personas por Internet y el acto ha sido secundado por más de 200 entidades, entre las que hay asociaciones de vecinos, sindicatos y ONG.
En el texto, leído en la marcha, se ha exigido a la Unión Europea que "deje de gastar dinero en vallas" y los destine a la recepción de refugiados y que "sancione a los estados que incumplan los compromisos" de acogida.
La protesta culminó frente al mar, en Barcelona, donde se denunció la muerte de los refugiados que tratan de cruzar el Mediterráneo hacia Europa.
Al evento acudieron numerosos políticos, como la propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, además de diputados de fuerzas soberanistas catalanas o de izquierdas.