México firmó un Programa de Seguridad Gubernamental con la empresa tecnológica con el cual tendrá acceso a información en tiempo real sobre amenazas cibernéticas, con el lanzamiento de un centro, similar al que ahora la empresa tiene en ocho países.
De parte del Gobierno mexicano, el acuerdo fue firmado por Manelich Castilla, comisionado general de la Policía Federal, y por el gerente general de Microsoft México, Jorge Silva, atestiguado por Jean-Philippe Courtois, presidente internacional de Microsoft, y Rosalinda Trujillo, directora de la Policía Científica de México.
Este proyecto agrupa iniciativas de Microsoft como el Programa de Inteligencia contra Ciberamenazas (CTIP por sus siglas en inglés), el Programa de Cooperación y Seguridad (SCP por sus siglas en inglés) y el Centro de Protección contra Malware de Microsoft.
La tecnológica le dará al Gobierno mexicano distintas herramientas para acceder a la información, a través de un sitio web y cinco centros de transparencia alrededor del mundo a donde el gobierno puede enviar a sus expertos para que revisen el código base de la empresa y hablen con los especialistas, según el contrato.
A través del Cybersecurity Engagement Center, una iniciativa de Microsoft, "el gobierno federal de México se blindará contra el malware, en específico contra botnets", es decir redes de ordenadores infectados con malware manipulados de forma remota por hackers", dice el convenio.
"El gobierno mexicano específicamente podrá proteger a sus ciudadanos y sus activos críticos, pueden hacer esto al tomar la información sobre amenazas (de malware) que Microsoft comparte y recolecta alrededor del mundo", dijo al diario El Financiero Mark Estberg, director de Seguridad de Gobiernos de Microsoft.
"Dentro del paquete de información que ofrecerá la tecnológica al gobierno mexicano se incluyen los datos de las computadoras infectadas con botnets, esto en función de que se puedan localizar y limpiar", agregó el especialista.
La tecnología permite medir en tiempo real en mapas el número de amenazas de malware, así como también los intentos de intervenciones a bancos, petroleras, empresas de energía, entre otras.