Se agrega que los contactos limitados de Moscú con los talibanes tienen por objetivo "garantizar la seguridad de los ciudadanos rusos en Afganistán e incitar al Talibán a unirse al proceso de la reconciliación nacional con un rol protagonista de Kabul".
Además, calificó de "absurdas" las recientes acusaciones a Moscú de financiar a los talibanes.
Previamente unos medios afganos publicaron la información de que Rusia habría construido una base en el norte de la provincia de Kunduz para entrenar a miembros del movimiento Talibán.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, desmintió rotundamente estos rumores al recordar que Moscú había declarado en reiteradas ocasiones que "no brinda ningún apoyo a los talibanes".
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Afganistán sufre inestabilidad política, social y de seguridad por la actividad de los talibanes, grupo radical formado en la década de los 1990, que busca implantar la sharía (ley islámica) en el país, y el grupo terrorista Estado Islámico (Daesh en árabe, proscrito en Rusia y otros países).