"Sin dudas Ankara hará todo lo posible para sentar en la mesa de negociaciones a los participantes del conflicto (sirio)", dijo Dirioz.
Añadió que las violaciones del alto el fuego son cada vez más frecuentes pero las autoridades turcas trabajan para que desaparezcan del territorio sirio.
Lazip Dirioz se refirió a los diálogos de paz convocados en Astaná, capital de Kazajistán, al señalar que el objetivo de estos radica en buscar una solución política a la crisis en Siria.
"Todas estas medidas apoyan el proceso de diálogo bajo la tutela de la ONU, el objetivo (de los diálogos en Astaná) no radica en sustituir el proceso de Ginebra, sino apoyarlo en la búsqueda de una solución política a este problema", indicó.
Según el embajador, los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, "confirmaron su apego a este objetivo" durante el pasado encuentro del 10 de marzo en Moscú.
Al comentar la situación en torno al Turk Stream, el embajador apuntó que la construcción del segundo hilo del gasoducto depende de si Rusia y la UE logran un acuerdo.
"La construcción del segundo hilo depende de los acuerdos que alcancen Rusia y la Unión Europea", dijo durante la mesa redonda "Las relaciones entre Rusia y Turquía en la etapa actual", convocada en la agencia de noticias Rossiya Segodnya.
El embajador también recordó que en 2018 comenzará la construcción en Turquía del primer reactor de la planta nuclear Akkuyu de diseño ruso, mientras que para 2023 entrará en funcionamiento.
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El diplomático turco destacó la importancia de Rusia como socio en el sector de energía.
"La cooperación entre los dos países en el sector energético es uno de los ámbitos esenciales de las relaciones bilaterales", puntualizó.
Asimismo el embajador declaró que Rusia y Turquía recuperaron el nivel anterior de sus relaciones y plantearon nuevas metas para su desarrollo.
"Nuestras relaciones no simplemente volvieron al nivel anterior a la crisis, se plantearon tareas concretas de su desarrollo", destacó el diplomático en rueda de prensa celebrada en la agencia Rossiya Segodnya.
La crisis en las relaciones ruso-turcas se produjo después de que un caza turco derribara en Siria a un bombardero ruso Su-24 en noviembre de 2015.
La normalización comenzó en junio de 2016, cuando Erdogan en una carta enviada a Putin se disculpó por el derribo del avión ruso y la muerte de su piloto.
