El primer encuentro cara a cara entre ambos líderes, que se celebró en la Casa Blanca el 17 de marzo, tenía como objetivo dar un nuevo impulso a las relaciones bilaterales. No obstante, culminó en una situación incómoda, dado que el mandatario estadounidense rehusó darle un apretón de manos a Merkel, pese a que se lo pidieron los reporteros presentes en la conferencia de prensa.
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Según altos cargos del Gobierno germano, Angela Merkel se preparó a conciencia para la reunión con Donald Trump. Los funcionarios destacaron que la canciller había escuchado sus sermones y discursos, además de haber estudiado sus entrevistas, incluida una de Playboy de 1990.
Asimismo, el equipo de Merkel analizó los encuentros de Trump con otros líderes mundiales, tales como la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, su homólogo japonés Shinzo Abe, y el mandatario canadiense, Justin Trudeau.