Según el general, el número de muertos ascendió a 3.864 y casi 10.000 casas fueron dañadas.
Más temprano el Ministerio de Desplazamiento y Migración de Irak denunció que casi 180.000 iraquíes se vieron obligados a abandonar sus casas en Mosul occidental por los combates entre el Ejército gubernamental y los yihadistas de Daesh a partir del inicio de la operación militar a mediados de febrero pasado.
Las agencias humanitarias de la ONU esperan que en las próximas semanas otros 300.000-320.000 civiles puedan salir de la ciudad.
El Ejército iraquí cuenta con apoyo de las Fuerzas Aéreas nacionales, así como de los aviones de la coalición internacional encabezada por EEUU.
La víspera la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, calificó la operación en Mosul de "una tragedia sin precedentes en cuanto a crueldad para la población".
Desde octubre de 2016, el Ejército iraquí, con el respaldo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, lleva a cabo una operación para liberar Mosul, que cayó en junio de 2014 en manos de Daesh.
A finales de enero de este año, Irak liberó la parte oriental de la ciudad y a mediados de febrero se anunció el comienzo de la operación para liberar su parte occidental.