"Los disparos deliberados de los efectivos del Ejército y la Guardia Nacional de Ucrania contra la infraestructura civil de Donbás, cumpliendo órdenes criminales de los funcionarios del Ministerio de Defensa de ese país, dejaron un civil muerto y nueve heridos en el periodo comprendido entre el 11 y el 23 de marzo", señaló la portavoz de la institución, Svetlana Petrenko.
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El organismo ruso abrió una causa penal por los bombardeos del régimen ucraniano contra los civiles que también dejaron en ruinas más de 50 edificios y viviendas.
Los jueces de instrucción establecen a los responsables de esos ataques que han sido calificados como "métodos prohibidos de guerra".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 22 февраля 2017 г.
Los crímenes, dijo Petrenko, fueron cometidos por motivos de odio debido a que la población del sureste ucraniano se niega a reconocer la legitimidad del actual Gobierno.
"Las autoridades ucranianas siguen sin reaccionar a los crímenes contra los civiles de Donbás y por eso el Comité de Investigación de Rusia continúa documentando todos estos hechos, recopilando pruebas e informando sobre los implicados en los crímenes contra la paz y la seguridad de la humanidad", explicó.
En abril de 2014 en sendas manifestaciones multitudinarias los habitantes de Donetsk y Lugansk que se negaron a reconocer la legitimidad del golpe de Estado producido dos meses antes, anunciaron la creación de las repúblicas populares (RPD y RPL).
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Ese mismo mes el Ejército ucraniano empezó una operación militar en la zona que ha dejado más de 10.200 muertos.
En mayo de 2014 tras celebrar los respectivos referendos las repúblicas proclamaron su soberanía y formaron sus propios órganos de Gobierno.
Medio año después las jóvenes repúblicas eligieron a sus líderes y Parlamento.
El régimen ucraniano no reconoce a las repúblicas y considera la región como un territorio bajo ocupación.