"El reciente ataque estadounidense con misiles contra la base aérea Shairat de las tropas gubernamentales es un acto de agresión contra un Estado soberano que viola el derecho internacional y más bien refuerza a los terroristas", dice la nota.
En ese contexto "la pregunta razonable es si Washington planea una cooperación real con nosotros en la lucha contra el terrorismo", subraya.
El ataque supone una represalia al supuesto uso de armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun, provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco que, a su vez, niega toda implicación en el incidente.
En el mismo comunicado la Cancillería rusa expresó que espera que Washington esté dispuesto a una investigación objetiva del incidente.
"Países occidentales acusaron infundadamente a las autoridades de Siria, aunque en la zona operan los radicales del Frente al Nusra que se dedicaban a fabricar bombas con sustancias tóxicas", resalta el comentario.
A Moscú le sorprende "la actitud pasiva de EEUU" a las informaciones de que los terroristas usan armas químicas en el Oriente Medio.
"Tras la liberación de Alepo Oriental allí se encontraron depósitos donde extremistas almacenaron sustancias prohibidas, sin embargo, en EEUU esta información por alguna razón no suscitó interés", subraya.
El Gobierno de Siria niega toda implicación en el incidente en Jan Sheijun que según la Organización Mundial de la Salud causó 84 muertos y 545 intoxicados el 4 de abril.
Su renuncia a las armas químicas bajo control de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas fue resultado de un acuerdo entre Moscú y Washington y permitió evitar la intervención militar de EEUU en Siria en 2013.
Las armas químicas fueron retiradas del territorio sirio y la OPAQ anunció su total destrucción en enero de 2016.