Altos mandos del Ejército sirio declararon que aviones de la coalición bombardearon el 12 de abril un arsenal de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) en la provincia siria de Deir Ezzor provocando centenares de muertos entre extremistas y civiles.
Según militares sirios, las consecuencias de ese ataque confirman que los terroristas disponen de sustancias químicas que pueden usarse como arma de destrucción masiva.
"La OTAN no está presente en Siria", declaró el representante de la Alianza que prefirió guardar el anonimato y aconsejó pedir a Washington "la información sobre las operaciones áreas de EEUU en Siria".
El bombardeo en cuestión se produjo en medio de la escalada de tensión que se observa en Siria a causa del ataque químico lanzado en la localidad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco y en represalia por el cual bombardeó el 7 de abril la base aérea de Shairat.
El Gobierno sirio negó toda implicación en la tragedia en Idlib que, según la Organización Mundial de la Salud, causó 84 muertos y 545 intoxicados el 4 de abril.