El Frente Amplio "confluye como una fuerza extra a la Nueva Mayoría (oficialismo), que se instala con cierto resquemor a la parte más tradicional de la izquierda chilena", señaló Jara, académico de la Universidad de Santiago (USACH).
La irrupción del Frente Amplio en el escenario político chileno se remonta a inicios del 2016, cuando se iniciaron las conversaciones que llevarían a conformar una alianza con otros 13 partidos y movimientos de izquierda, liberales y ciudadanos, entre otros.
Actualmente, la "desmejorada" Nueva Mayoría, que presenta "conflictos" para definir un candidato presidencial único para las elecciones del 19 de noviembre próximo, y además sortea una baja aprobación en las encuestas, ha dejado abierto un espacio para la consolidación de este colectivo.
El Frente Amplio "quiere escapar del estigma de los partidos pequeños, que sólo tienen cabida en el mundo estudiantil, y también alejarse de la figura "aburguesada" de sus líderes, por lo que desarrollan un trabajo territorial, llegando a negociaciones con líderes sindicales", explicó el doctor en Ciencias Políticas.
Este movimiento nació de la confluencia de líderes estudiantiles que pusieron en jaque al Gobierno del derechista Sebastián Piñera en 2011, a raíz de las intensas protestas que exigían el fin al lucro en la educación y garantías para una enseñanza de calidad, gratuita y con un acceso equitativo a toda la población.
No obstante, durante el año pasado, sus fundadores y cabecillas, los diputados Gabriel Boric y Giorgio Jackson, buscaron "desmarcarse del movimiento estudiantil, del que son líderes, porque un partido no puede vivir solo de una persona", añadió Jara.
"Ellos apostaron por construir una coalición para que el trabajo que hacen se pueda proyectar en un mismo partido", y así apuntar a elecciones municipales, presidenciales y parlamentarias, donde buscan incrementar su actual participación, y lograr "una bancada completa", sostuvo el especialista.
Actualmente, el Frente Amplio posee representación política en distintas áreas, con tres diputados en el Congreso, un consejero regional, cuatro alcaldes y 44 concejales en ejercicio.
Bajo propuestas alineadas con los movimientos y las luchas sociales, el Frente Amplio intenta superar el bipartidismo nacional impuesto por la Nueva Mayoría y la coalición opositora, Chile Vamos, que sufre también los embates de la crisis de desconfianza ciudadana.
En ese sentido, Jara consideró que sin el apoyo de la Nueva Mayoría, que empujó a ciertos integrantes del Frente Amplio en un principio, los comicios de este año son "inciertos", pero esta coalición "cuenta con un amplio respaldo popular".
Tres posibles candidatos
Por ahora, el Frente Amplio ha presentado tres posibles candidatos a la presidencia, que se reducirán a un único representante en las votaciones primarias de julio próximo.
Revolución Democrática, uno de los dos únicos partidos constituidos legalmente en el Frente Amplio, tiene como misión conseguir 20.000 militantes para inscribir oficialmente la candidatura de su abanderada, la periodista Beatriz Sánchez, para que compita en las elecciones oficiales de noviembre.
De lograrlo, Sánchez se enfrentaría al senador independiente Alejandro Guillier, a la senadora democristiana Carolina Goix, y al expresidente (2010-2014) derechista Sebastián Piñera, quien actualmente lidera las preferencias ciudadanas.
Según el analista político, el Frente Amplio "más que apostar a la presidencia, donde seguramente obtendrán un tercer o cuarto puesto, busca posicionar a su candidato, con el fin de tener visibilidad y acompañar sus listas parlamentarias, que pueden dar una sorpresa", precisó.
En las elecciones municipales de octubre pasado, la coalición logró su más visible y mediática victoria, al lograr la alcaldía de la comuna de Valparaíso (centro), con un 53,7% de los votos para el abogado, Jorge Sharp.
