"Condeno enérgicamente los ataques de ayer contra los parlamentarios en Skopje, el Parlamento no es lugar para la violencia y llamo a todos los actores políticos a mostrar tranquilidad, moderación y respeto a un proceso democrático", dijo Stoltenberg al añadir que un diálogo político es la única solución correcta a la crisis en Macedonia.
La elección de Talat Xhaferi, de la minoría albanesa, como presidente del Parlamento de Macedonia provocó protestas multitudinarias en la capital, Skopje, y ataques de los manifestantes contra la sede parlamentaria.
Los enfrentamientos del jueves con la policía se saldaron con al menos cien heridos.
La iniciativa se topó con la oposición de la alianza conservadora VMRO-DPMNE que ganó las elecciones.
El presidente del país, Gjorge Ivanov, se negó a otorgar mandato al líder de los socialdemócratas, Zoran Zaev, para que formara gobierno alegando que el gabinete propuesto amenazaba la integridad y la independencia del país.
La situación en Skopje se desarrolla en el contexto de los llamamientos de varios políticos de Albania a crear la "Gran Albania".
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El primer ministro albanés Edi Rama hace poco declaró su disposición a "unir a los albaneses de los Balcanes en un solo Estado".