En este sentido, el analista internacional Juan Aguilar explica que "el personaje (Donald Trump) provoca la hilaridad y da lugar al chiste. La realidad es que creo que le han aconsejado no hablar mucho de los 100 días porque el balance es muy pobre, y en parte indignante", apunta.
Aguilar indica que "el balance de gestión como presidente de EEUU se puede resumir en una cosa muy sencilla: el prometió que en sus primeros tres meses de Gobierno pondría en marcha 28 medidas de gran calado. Sólo ha lanzado siete. De las siete, dos de ellas, tumbar el Obamacare, y la construcción del muro (en la frontera con México), han sido rechazadas o están ya archivadas".
El también periodista, avanza en el análisis: "una tercera, que era el cierre de la frontera a ciudadanos provenientes de países que podían ser fuente de terroristas, ha sido paralizada por los jueces federales. Total, que le han quedado 4 medidas para 100 días. Y con este balance, casi es mejor no hablar. Es decir, yo le entiendo, 'mire, esto es ridículo, mejor no hablemos de nada, porque es que casi no hay nada de qué hablar. Y lo que podríamos hablar', que es su política exterior, 'pues es bastante lamentable'".
Y es que en sólo 10 días Trump cambió (o le hicieron cambiar), su anunciada política sobre Rusia, China, Corea del Norte, Siria, la OTAN, las aventuras guerreristas de su país lejos de sus fronteras, la divisa china, la Reserva Federal, y las ayudas a las empresas nacionales.
Al respecto, el analista opina que "Trump como presidente muestra una gran debilidad. De hecho, acudir a los decretos leyes para firmarlos inmediatamente y ponerlos en vigor es porque sabe que no tiene el apoyo mayoritario del Congreso".
"Basta con repasar lista de fracasos", apunta el experto, y enumera: "deshacerse del Obamacare, aplazar la construcción del muro en la frontera con México, varias resoluciones judiciales en su contra, y el ataque a Siria, que hizo sin el consentimiento ni conocimiento del Congreso como exigen las leyes norteamericanas. Esto, más allá de lo que podría parecer una fortaleza de un presidente duro y decidido que tiene muy claras las cosas, lo que demuestra es una debilidad", sentencia Juan Aguilar.