El presidente de EEUU admitió que contempla esta posibilidad durante la entrevista que concedió el 1 de mayo a la agencia Bloomberg. Las cotizaciones de los valores de las grandes corporaciones financieras reaccionaron en seguida a las palabras de Trump con una gran caída en los mercados bursátiles.
Posteriormente, esta iniciativa fue sometida a duras críticas y, como consecuencia, derogada en 1999 y reemplazada por la Ley Gramm-Leach-Bliley. Esta nueva norma canceló la disposición anterior y contribuyó a la formación de los bancos estadounidenses tal y como los conocemos ahora.
Muchos analistas estadounidenses consideran que este suspenso de las restricciones previstas por la ley de 1933 se convirtió en una de las principales causas de la crisis financiera de 2008.
Hoy en día, algunos analistas estadounidenses apuntan a que esta división beneficiará no solo a los inversores, sino al mercado entero.
"Habrá más competencia en el mercado. Si los inversores tuvieran la oportunidad de adquirir acciones únicamente del banco JP Morgan sin poseer títulos del banco Chase, sería mejor. Estos valores se comercializarían al doble de precio [en las bolsas]", destacó el jefe de la empresa consultora Whalen Global Advisors, Christopher Whalen, en declaraciones recogidas por CNBC.
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