Francia celebró el domingo pasado la segunda vuelta de las presidenciales, en las que el exministro de Economía y fundador del movimiento En Marcha, Emmanuel Macron, obtuvo el 66,1% de los sufragios.
"La campaña presidencial francesa fue dirigida minuciosamente usando novísimas tecnologías", afirmó Martínov en una mesa redonda organizada en la agencia Rossiya Segodnya y caracterizó a Macron como "un populista sintético, que no es de la derecha ni de la izquierda".
A su juicio, se trata de una nueva tecnología encargada por lo visto "por la euroburocracia, por Bruselas, que tuvo mucho susto tras el Brexit".
La observación internacional está prohibida en Francia y se percibe como injerencia en los asuntos internos, recordó y adujo como ejemplo las publicaciones de los resultados de unos míticos 'exit polls', que nadie registró.
Por su parte, el jefe de la cátedra de Relaciones Internacionales de la Universidad Humanitaria de Moscú, Nikolái Platoshkin, definió a su vez a Macron como el "candidato de un fascinante vacío fresa".
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"Los franceses optan por tener una agenda de izquierda, y si Macron insiste en aplicar sus reformas, no logrará mantenerse en el poder durante mucho tiempo", señaló.
