En la ciudad de Dnepr fueron arrestados 15 supuestos participantes de las peleas callejeras, en las que resultaron lesionadas 14 personas, entre ellos algunos policías.
"La provocación que tuvo lugar debe recibir su valoración justa (…), debemos concluir la investigación y hacer que los culpables cumplan su merecido castigo, y que cada oficial de la policía y de otros servicios analice lo ocurrido, para que la próxima vez no tengan lugar esas provocaciones", dijo el jefe del Gabinete ucraniano en una reunión del mismo.
Se supone que los oficiales despedidos utilizaron "desmesuradamente" la fuerza contra los antiguos combatientes ucranianos en Donbás, que querían arrebatar a la fuerza de las manos de los veteranos de la II Guerra Mundial y sus familiares las banderas rojas y otros símbolos soviéticos.
Para Groisman, el 9 de mayo es "una fecha trágica" en la que resultan "inaceptables" las provocaciones de cualquier tipo.
Durante las celebraciones del Día de la Victoria en Ucrania se produjeron disturbios que se saldaron con 15 manifestantes y ocho policías heridos y más de 50 personas detenidas.
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Las autoridades del país hicieron con anterioridad un llamado a realizar los festejos el 8 de mayo, como en otros países europeos, donde se celebra el Día de la Reconciliación.
La organización Amnistía Internacional condenó las detenciones y aseveró que las autoridades del país deben garantizar la libertad de palabra a todos los ciudadanos.
