"Repudiamos el uso de la fuerza para reprimir o inhibir manifestaciones (…) pedimos a la sociedad brasileña, en especial a sus líderes, renovar el compromiso con el diálogo constructivo y responsable, apelando a todos para que renuncien a tentaciones autoritarias, conveniencias y apegos personales o partidarios en favor del restablecimiento del pacto democrático en el país", dice la misiva, publicada por BBC Brasil.
Según los diplomáticos, la idea de escribir esta carta crítica surgió después del comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores en reacción a la nota oficial de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) censurando el uso desmesurado de la fuerza por parte del Estado brasileño.
Los diplomáticos disconformes con la postura oficial del ministerio liderado por el canciller Aloysio Nunes (del conservador Partido de la Social Democracia Brasileña), que ahora está en viaje oficial a Estados Unidos, decidieron publicar esta carta abierta, que también incluye críticas veladas a la gestión general del Gobierno de Temer.
"Desde la promulgación de la Constitución Federal de 1988, la consolidación del estado democrático de derecho permitió significativas conquistas, con reflejos inequívocos en la inserción internacional de Brasil; actualmente, sin embargo, esos avances están amenazados", aseguran los diplomáticos.
"Solamente así será posible volver a un nuevo ciclo de desarrollo, legitimado por el voto popular y en consonancia con los ideales de justicia socio-ambiental y de respeto a los derechos humanos", concluye la carta.
En declaraciones a la cadena BBC Brasil, uno de los diplomáticos argumentó que ese texto "puede representar el primer paso para que pueda haber espacio para la divergencia y voces disonantes en la diplomacia, porque eso es saludable".
Otros remarcaron que a pesar de que el perfil del diplomático suele ser muy discreto, su grado de preocupación con la crisis política y la situación de la democracia y las instituciones brasileñas llegó a tal punto que decidieron manifestarse públicamente.
Brasil arrastra una grave crisis política desde hace dos semanas, cuando se supo que el presidente Temer presuntamente autorizó la entrega de sobornos, lo que llevó a la Procuraduría General a acusarlo de corrupción, obstrucción a la justicia y organización criminal.