"Ni siquiera una alta participación haría que la consulta fuera vinculante, lo único que la haría vinculante es un compromiso previo del Congreso de EEUU", señaló a esta agencia la vicepresidenta del PIP, María de Lourdes Santiago.
Por su parte, el presidente del PIP en el municipio de Toa Baja (norte), Darío Ortiz, consideró que Puerto Rico va a seguir siendo una colonia hasta que EEUU decida lo contrario.
"Hasta que el Congreso decida que no nos va a sacar más dinero y que no le servimos para sus intereses no nos va a soltar; puede haber mil consultas hasta que digan que les interesa", dijo Ortiz.
En ese sentido, la vicepresidenta del PIP explicó que tener solo esas dos opciones "era un paso importante para forzar al Congreso de EEUU a asumir eventualmente una posición de su responsabilidad histórica en el caso de Puerto Rico", y aseguró que esa responsabilidad "se ha visto diluida" con la inclusión del actual estatus territorial.
La también Comisionada Electoral del PIP recordó que el estatus vigente fue rechazado en el último plebiscito de 2012, cuando el 54% de los votantes se expresaron en contra de mantenerse como estado libre asociado a EEUU.
"Para nosotros es una opción legítimamente descartada, por no hablar de que es un sinsentido promover un plebiscito para la descolonización inmediata cuando se incluye la colonia entre las opciones", apuntó Santiago.
Puerto Rico, que desde 1952 es un Estado Libre Asociado a EEUU, no goza de los mismos derechos y deberes que los demás estados y tampoco es un país independiente, por eso la oposición considera que incluir ese estatus en el plebiscito significa prolongar la situación colonial.
"Tenemos derecho a ser libres", añadió por su parte Ortiz.
Asimismo aseguró que el gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP), impulsor de la consulta, será el único que acuda a la cita del domingo.
"Va ser una pérdida de tiempo", añadió.
Sin fondos de EEUU
Santiago también explicó que el Gobierno puertorriqueño podía haber rechazado la decisión de EEUU de incluir en la papeleta del plebiscito la opción del actual estatus territorial, pero el Ejecutivo de la isla consideró que esa era la vía para tener acceso a los 2,5 millones de dólares que el expresidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) había asignado para una eventual consulta.
El plebiscito se celebra en medio de una grave crisis económica, con una deuda pública que asciende a unos 70.000 millones de dólares, y una emigración constante hacia Estados Unidos, entre otros problemas sociales.
Pese a ese contexto, el PNP considera que es el momento para llevar a cabo la consulta y asegura que la estadidad (integración a EEUU) es " lo único que garantiza una igualdad de condiciones" al pueblo puertorriqueño, indicó a Sputnik el secretario general de esa formación política, Rafael Rivera.
Esta será la quinta vez que el país caribeño celebra una consulta popular para decidir su estatus político, ya que en 1967, 1993, 1998 y 2012 también hubo plebiscitos no vinculantes.