A pesar de que el número de aficionados de Portugal en la Copa Confederaciones no es muy grande, ellos se destacan en la multitud. Llevan ropa con los colores de la bandera nacional lusa, corean cánticos en apoyo a su equipo y se hacen fotos con los fanáticos de otros países, incluso los rusos.
"Ya fuimos a Kazán, ahora estamos en Moscú y mañana nos vamos a San Petersburgo", dijeron Jorge y su hijo Miguel, cuyos impresionantes disfraces atrajeron la atención de muchos hinchas rusos.
Los portugueses añadieron que no sintieron ninguna actitud agresiva y admitieron que planean regresar a Rusia para asistir a los partidos del Mundial de 2018 si Portugal logra clasificarse.
"Hasta ahora no ha habido ningún problema, todo está bien organizado. Creo que Rusia se ha preparado bastante bien. Nos gustaría ver cómo los rusos celebran en las calles junto a los extranjeros que llegaron a Rusia para animar a sus equipos", dijo Pedro de Lisboa.
"No hemos visto a los 'hooligans' rusos, solo a los 'hooligans' portugueses, pero estos solo cantan, beben cerveza y no molestan a nadie", bromeó el aficionado al deporte rey.
Otro grupo de fanáticos de la ciudad de Porto, Sergio, Helder y Julio, también se expresaron cantando y celebrando junto con los aficionados del país anfitrión. Asimismo, este grupo de amigos calificó de "propaganda" el documental de la BBC 'Russia's Hooligan Army' ('El Ejército de Hooligans de Rusia').
"Los 'hooligans' somos nosotros. […] Pero en realidad, todo está tranquilo, las personas son muy simpáticas. Todo esto es propaganda", manifestaron los tres compañeros. Añadieron que fueron bien recibidos, e incluso "ya no queremos regresar a Portugal".
Otros de los protagonistas de esta fiesta de fútbol es una familia ruso-portuguesa. Elena, una rusa que se mudó a Lisboa, alabó la organización del evento.
La mujer, pintada de los colores de la bandera rusa y vestida en una camiseta de equipo luso, dijo que la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas era una idea muy buena.
A principios de 2017, la cadena británica BBC presentó su documental 'Russia's Hooligan Army', que revive los disturbios entre los fanáticos rusos e ingleses antes y después del partido Inglaterra-Rusia en Marsella, Francia, durante la Eurocopa 2016.
Dichos enfrentamientos entre los hinchas rusos e ingleses tuvieron lugar en julio de 2016. Los aficionados se metieron en una pelea en un pub en el centro de la ciudad de Marsella. Esta luego se convirtió en una riña callejera masiva en la que también participaron los hinchas franceses.
En octubre de 2016, el tribunal de la Provenza conmutó la sentencia a los hinchas condenados a prisión y a principios de 2017 todos ellos ya regresaron a casa.