El vapor de estas máquinas, combinado con el hecho de que son cada vez más las viviendas que aíslan del exterior para ahorrar energía, es una fuente de toxinas que 'envenenan' el aire que se respira. Estos hongos se adhieren a las paredes y no se ven a simple vista.
Los síntomas abarcan desde simples resfriados persistentes hasta náuseas, pasando por mareos y jaquecas.
"Las cafeteras eléctricas son solo un ejemplo de electrodoméstico que desprende vapor dentro de las casas y que incrementa la misma humedad que hace que estos hongos crezcan", explica el doctor Jean-Denis Bailly.
Según David Benning, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad de Manchester citado por The Daily Mail, estos hongos son especialmente dañinos.
"Las toxinas bacterianas irritan los ojos, la garganta, las fosas nasales y los pulmones, y cuando entran en el organismo dan dolor de cabeza".
Lea más: El arte de preparar un café: una obra maestra en una taza (fotos, vídeo)
Los responsables del estudio apuntan a que todavía es necesario investigar más el alcance de los resultados. También afirman que en su investigación solo tuvieron en cuenta aquellos microorganismos presentes en el interior de las viviendas, pero que estos también crecen en bosques.