"Creemos que para lograr una distensión debemos activar todas las herramientas disponibles, se debe reanudar el diálogo en el Consejo Rusia-OTAN con participación de militares", dijo Kelin en su intervención durante la conferencia anual de la OSCE sobre seguridad en Viena.
El diplomático ruso denunció el reforzamiento de la OTAN en Europa y el creciente número de ejercicios y maniobras de la Alianza Atlántica.
"Sin embargo, nuestros socios occidentales las rechazaron todas bajo motivos inventados", indicó.
La reunión de Putin y Trump
Asimismo, el diplomático ruso declaró que el El Ministerio de Exteriores ruso no cree que una eventual reunión entre los presidentes Vladímir Putin, de Rusia, y Donald Trump, de EEUU, ayude a superar las discrepancias entre Rusia y la OTAN.
Kelin supuso que en caso de reunirse, Putin y Trump a lo mejor abordarán "los problemas candentes" como la situación en Siria y Corea del Norte.
Respecto a la tensión entre la OTAN y Moscú, Kelin subrayó que "semejantes problemas no se resuelven de una sentada".
En julio de 2016, la OTAN aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa que incluye el despliegue de cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 militares cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de la política de contención frente a Rusia.
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Paralelamente, la Alianza sigue adelante con el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa.
A mediados de mayo de 2016, la OTAN puso en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu.
Esta base de interceptores es parte de la arquitectura de defensa frente a misiles balísticos que ya incluye cuatro buques destructores de EEUU emplazados en la base de Rota, sur de España, y un radar en Turquía, y en el futuro integrará también un puesto de radares y antimisiles en Redzikowo, Polonia.