"Miguel Ángel Blanco se convirtió en el rostro de la persona que había detrás de cada asesinato", destacó durante el acto Carlos Totorika, alcalde de Ermua desde 1991 hasta la actualidad por el Partido Socialista de Euskadi (PSE).
Este homenaje tuvo como nota destacada la presencia de miembros de la coalición independentista vasca de izquierdas EH Bildu, que habitualmente elude este tipo de reconocimientos a las víctimas de ETA al apreciar un agravio comparativo con el resto de los afectados por el conflicto.
Finalmente, los captores cumplieron la amenaza contra Miguel Ángel Blanco, al que propinaron dos disparos en la cabeza el 12 de julio.
Aunque su cuerpo fue encontrado con vida esa misma tarde, el edil falleció en la madrugada del 13 de julio de 1997.
La ejecución de Miguel Ángel Blanco se llevó a cabo en un contexto de rechazo generalizado la violencia tanto por parte de la sociedad española como de la vasca, un rechazo que se materializó en una serie de movilizaciones masivas en lo que se bautizó como el espíritu de Ermua.
"Había que movilizarse para exigirles que le liberaran, y para llamarles asesinos a la cara, abiertamente, sin excusas de conflictos ni de patrias", apunta Totorika.
El alcalde de Ermua recuerda que los habitantes de la localidad se convirtieron "en motores de la libertad" porque no estaban dispuestos "ni al silencio ni a la resignación" frente al terror de una ETA que pretendía "imponer su visión totalitaria y excluyente de una Euskadi en la que solo cabían una parte de los nacionalistas".
Durante el homenaje —al que al que también acudieron representantes de cuerpos policiales, sindicatos, patronal y judicatura— los presentes depositaron una rosa roja a los pies de un monumento en memoria de las víctimas del terrorismo.
El encuentro no estuvo exento de polémica ya que el conservador Alfonso Alonso acusó a los representantes de EH Bildu de acudir al acto para "limpiar su imagen".
"El día en que secuestraron a Blanco no pidió su liberación; el día en que lo mataron aplaudió al asesinato; defendió a su asesino y sigue defendiendo la causa por la que le mataron", dijo Alonso sobre el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga, presente en el acto.
Lea más: Otegi pide que se permita a ETA debatir sobre su disolución con "absoluta tranquilidad"
Por contra, Itxaso Atutxa valoró la presencia de representantes de distintos actores políticos y sociales en el acto como una parte "fundamental" de la reconstrucción de la convivencia en el País Vasco.