El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, anunció el 10 de julio que su país tiene previsto imponer el control biométrico en la frontera para los ciudadanos de otros países.
"Si resulta que (esta decisión) está dirigida contra el componente humanitario de nuestras relaciones, será lamentable y, por supuesto, pensaremos en medidas de respuesta", dijo Karasin.
Al mismo tiempo, subrayó que antes de tomar decisiones es necesario examinar atentamente las intenciones de Kiev.
"Cuando aclaremos hasta qué punto estas novedades se inscriben a los acuerdos intergubernamentales entre nuestros países, consideraremos nuestra reacción", declaró.
En octubre de 2016, el presidente del Parlamento ucraniano ya planteó introducir un régimen de visados para los rusos.
Sin embargo, en aquel momento el grupo parlamentario del Bloque de Petró Poroshenko, el mayor de la Rada, advirtió de que no votaría a favor de la medida por considerarla un "paso equivocado".
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El canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que si Kiev introduce visados para Rusia Moscú responderá de forma simétrica.