Los jóvenes rusos llevan una operación de desembarco en el Ártico (fotos)

Para los que forman parte de Yunarmia —adolescentes de entre 14 y 15 años decididos a convertirse algún día en oficiales del Ejército—, la 'incursión' ha resultado ser toda una operación militar. Tras dejarlos en las costas de la isla rusa de Kildin, los cadetes consiguieron recoger el primer día casi media tonelada de chatarra.

El grupo que se está ocupando de las labores de limpieza está formado también por 15 voluntarios de la flotilla de la región rusa de Kolsk, cerca de la frontera con Noruega.

Trabajan ya desde el 20 de junio y lograron recoger más de 100 toneladas de chatarra y restos metálicos que, en su mayoría, formaban parte de vehículos militares, tuberías, alambres kilométricos y restos de aeródromos.

Se espera que los voluntarios recolecten más de 300 toneladas de chatarra, según explicó a Rossiyskaya Gazeta el capitán Vadim Serga, jefe de prensa de la Flota rusa del Norte.

Tal y como explica Nikolái Evménov, comandante de la Flota del Norte, la isla de Kildin deberá ser limpiada no solo de chatarra oxidada, sino también de viejos edificios en ruinas que datan de la era soviética. Después de que se sean retirados, se podrá volver a cultivar la tierra.