"Ese parque lineal no es un muro, no es un muro de división como se lo está mal llamando y ese ha sido el origen para que se abran tantas especulaciones para dividir a la gente de Huaquillas (sur de Ecuador) con Aguas Verdes (norte de Perú)", dijo a esta agencia el vocero de los ciudadanos a favor de la construcción, el ecuatoriano Jorge Pizarro.
"No creo que alguien quiera seguir viviendo al lado de un lugar nauseabundo, lleno de basura, de aguas putrefactas, con malos olores, con insalubridad que servía o sigue sirviendo para el contrabando", expresó.
Según el vocero, la única beneficiaria de la interrupción de la construcción sería "la gente que vive del contrabando" de gas y combustible.
"Ellos saben que no van tener cómo cobrar coimas a los cargadores, a los transportistas (…) esa gente es la que está pidiendo que no se haga (el parque) porque se les acaban sus ingresos mal habidos", aseguró.
Pizarro ha encabezado una cruzada para reunir firmas con el fin de pedir al Gobierno ecuatoriano que reanude los trabajos, que se paralizaron luego de que Perú llamara a su embajador a consultas y Quito accediera a suspender la edificación, únicamente del muro de contención, hasta llegar a un nuevo acuerdo.
"Primero pedimos que hagan proyectos de generación de empleo, que primero se socialice, necesitamos un terminal pesquero, una terminal de productos varios, un centro de acopio", comentó a esta agencia el presidente de la asamblea, Manuel Jumbo.
La asamblea pidió que a lo largo del muro de contención se "dejen puentes de tránsito para seguir trabajando" y que el cruce entre Huaquillas y Aguas Verdes "siga siendo el paso oficial de frontera a perpetuidad".
Por su parte, el director de Relaciones Vecinales de la cancillería nacional, Efraín Baus, reconoció semanas atrás ante los habitantes de la zona que si bien "todo cambio genera cuestionamientos, esta obra ha sido planificada y estudiada desde hace mucho tiempo".
La edificación "responde a una realidad geográfica y topográfica de la zona porque se sabe que hay un desnivel de casi cuatro metros", sostuvo.
Por su parte, el director general de América de la cancillería de Perú, Hugo De Zela, aseguró en una entrevista televisiva en el programa La Hora, que si bien el acuerdo entre ambos países contemplaba el desarrollo del parque lineal y de un puente nuevo que estará a cargo del Gobierno de su país, este no incluía ningún muro de contención.
"Yo estuve en el gabinete binacional en Macas (este de Ecuador) en 2016 y allí en ningún momento se habló de la construcción de un muro", señaló el diplomático y afirmó que si bien el problema puede ser el contrabando en la zona "con un muro como el que están haciendo lo único que van a hacer es recorrer el problema al costado; por eso hemos pedido al Ecuador que paralice la construcción hasta que tengamos una reunión".
Ecuador ha defendido la obra que, en su opinión, evitará las inundaciones que cada año afectan a la población de frontera y cuya base es un muro de hormigón armado que dará soporte a la plataforma de relleno destinada a nivelar el terreno donde irá el parque lineal.
Según el Ministerio de Vivienda de Ecuador, la construcción cumple con las obligaciones adquiridas luego de la firma de la paz en 1998 con Perú y genera una intervención integral para la regeneración urbana y ordenamiento territorial del entorno fronterizo.
El "parque lineal", también conocido como "parque urbano", es una construcción en línea recta que incluye sendas peatonales, sendas para ciclistas, espacios verdes, aparatos para realizar ejercicios físicos y juegos para niños, y que acompaña el trazado de ramblas, calles y avenidas del espacio donde se instala.