"Desarrollaremos el intercambio económico para aumentarlo al nivel de las relaciones políticas de los dos países", dijo en una rueda de prensa organizada por Rossiya Segodnya.
Lecheheb deseó éxito al "hermano pueblo ruso" y expresó su esperanza en el desarrollo de la cooperación estratégica entre Marruecos y Rusia.
"De nuestra parte, haremos todo lo posible para desarrollarla, en este contexto aplaudimos los contactos bilaterales de nuestros líderes", declaró el embajador.
Lecheheb destacó también que la llamada primavera árabe tuvo un impacto negativo sobre algunos proyectos en Marruecos y los extranjeros, incluidos los rusos, empezaron a dudar sobre la racionalidad de visitar el país.
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"No vivimos aislados del resto del mundo y lo que pasa en los países vecinos influye tanto de forma positiva como negativa, pero es importante que nuestro rey tenga la firme intención de desarrollar nuestro país", declaró Lecheheb.
El término "primavera árabe" recoge las transformaciones en el mundo árabe, un proceso que comenzó en diciembre de 2010, cuando tras protestas multitudinarias se dieron golpes de Estado en Túnez, Egipto y Yemen, y estalló una revolución en Baréin.
La injerencia extranjera contribuyó a la caída del régimen de Muamar Gadafi en Libia, y en Siria la guerra civil continúa.