"Dependiendo del resultado de nuestra conversación con los legisladores, decidiremos si nos movilizamos en horas de la tarde", dijo Luis Aguayo, dirigente de las organizaciones campesinas, a la radio local 780 AM.
Cartes afirmó la pasada semana que en un principio había evaluado "dejar pasar" la ley aprobada en el Congreso "para evitar crispación social y posibles enfrentamientos violentos", pero señaló que cambió de opinión tras analizar los costos económicos de la iniciativa.
Según el mandatario, la promulgación de esta normativa supondría al Estado una erogación mayor a los 3.200 millones de dólares, aproximadamente 25% del presupuesto general.
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El presidente recordó a los campesinos que su veto puede ser levantado por el Congreso y pidió que la población observe "la conducta" de los legisladores.
Según esta normativa, los campesinos podrán recibir un subsidio no mayor a 25 salarios mínimos, lo que equivale a 51 millones de guaraníes (9.171 dólares).
Ahora el proyecto volverá a la cámara baja donde se tratará el veto del Ejecutivo y donde serán necesarios 23 votos para ratificar su aprobación.
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En el caso de que una cámara consiguiera ratificarlo y la otra no, primará el veto presidencial.
