Así como los humanos, la mayoría de los animales vertebrados fallece rápidamente en ausencia de oxígeno. Sin embargo, los peces dorados y los carpines pueden sobrevivir durante días, incluso meses, en el fondo de estanques cubiertos de hielo, en aguas sin oxígeno.
En la mayoría de los animales, el oxígeno es necesario en el organismo para llevar a cabo la extracción de energía de los carbohidratos. Sin oxígeno, la oxidación de los carbohidratos produce ácido láctico, que en el caso de los peces, por ejemplo, puede llevar a la muerte en cuestión de minutos.
Afortunadamente, los peces de colores cuentan con proteínas capaces de convertir el ácido láctico en etanol. Estas proteínas funcionan solo en ausencia de oxígeno. Cuanto más tiempo el pez viva bajo el hielo sin acceso al oxígeno, más alcohol se acumulará en su cuerpo.
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Pese a su curiosa habilidad, los peces no pueden evitar la muerte si el invierno dura mucho tiempo, ya que estos animales mueren cuando acaban las reservas de "carbohidratos" combustibles en sus hígados.