Agregó que es evidente que las autoridades españolas "tomaron todas las medidas necesarias para mitigar la amenaza terrorista".
Sin embargo, Safónov admitió que los recientes atentados tendrán un impacto negativo inmediato sobre el flujo turístico a España.
"Los atentados grandes de ese tipo suelen afectar la demanda de un destino turístico, pero dentro de algún tiempo la demanda se restablecerá", señaló, al precisar que este período varía entre unas semanas y un mes.
El pasado 17 de agosto una furgoneta arremetió contra la multitud en La Rambla, la más popular zona peatonal del centro de Barcelona. La responsabilidad por el atentado fue asumida por Daesh, la organización terrorista que se autodenomina Estado Islámico y qué está prohibida en muchos países, incluida Rusia.
El segundo atentado se produjo el mismo día en la ciudad de Cambrils ubicada a 120 kilómetros de Barcelona.
De acuerdo con los datos oficiales, los ataques provocaron 15 muertos y 130 heridos.
Previamente el jefe de la oficina de prensa de la agencia, Evgueni Gaiva, informó a Sputnik que entre los heridos en Barcelona hay una ciudadana de Rusia.
Las fuerzas del orden de España informaron que la célula terrorista responsable por los atentados estaba integrada por 12 personas, de las cuales cuatro están detenidas, cinco murieron tras el ataque de Cambrils y otras dos o tres perecieron en la explosión que se produjo en Alcanar, en la casa donde los terroristas elaboraban artefactos explosivos.
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El conductor de la furgoneta homicida, que atropelló a la gente en Las Ramblas de Barcelona, el joven de 22 años de origen marroquí Yunes Abu Yakub, fue abatido durante una operación especial el pasado 21 de agosto.