"El 6 de septiembre se aprobó la ley que permite que el referéndum sea legal y actualmente asistimos a un choque entre dos legalidades: la española y la catalana", resumió Tardá, portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en el Congreso de los Diputados.
"Consideramos que lo que tocaba era abrir una negociación con el Estado español, razón por la cual llevamos hasta en 18 ocasiones al Congreso de los Diputados la demanda de autorización o de traspaso de la competencia para organizar un referéndum", relata el diputado catalán.
La oficialización de la convocatoria del referéndum es vista por el portavoz de ERC como la mera "materialización de un compromiso electoral" adquirido en las elecciones autonómicas de septiembre de 2015, el compromiso de "construir la independencia catalana si se articulaba una mayoría suficiente para ello".
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"Los colegios electorales abrirán el 1 de octubre gracias a la norma que se aprobó ayer en el Parlamento y este 7 de septiembre se vota la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República, que ciertamente es un título muy ilusionante", afirma el diputado.
Tramitación exprés
Este método fue duramente criticado por la oposición catalana y por el Gobierno español, que a través de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría calificó lo sucedido como "una patada a la democracia".
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Según recuerda el representante independentista en el Parlamento español, "hace ya dos años se intentó hacer de otra manear mediante la creación de una ponencia conjunta, pero los partidos no independentistas se negaron a participar e incluso llevaron el asunto al Tribunal Constitucional, lo que propició la apertura de causas judiciales contra miembros de la Mesa del Parlamento de Cataluña".
"Si al final se ha tenido que hacer mediante la interpretación de un artículo en concreto para que todo se pudiera agilizar es porque existe un hostigamiento por parte de la administración española; no estamos en una situación normal, estamos en una situación de asedio al Parlamento", afirma.
"Los que durante meses y meses han intentado obstaculizar cualquier trabajo parlamentario para que estas leyes fuesen tramitadas de una forma pausada y tranquila son los que ahora se quejan del uso de un procedimiento rápido", resume Tardà.
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En ese sentido, el representante catalán afirma que las posiciones de los principales partidos unionistas españoles son "tan hipócritas" que "serían capaces de provocar una carcajada intensa si no se tratase de asuntos tan serios".