"Tal vez el Departamento de Estado de EEUU quiera normalizar las relaciones con Rusia (…) pero posiblemente el problema es que en EEUU no hay una agenda única e íntegra sobre Rusia; porque, según nuestra información, detrás de todo lo que está pasando respecto a los diplomáticos rusos están, en particular, los agentes de servicios especiales estadounidenses y el FBI directamente", dijo Zajárova en una rueda de prensa.
Zajárova destacó que las acciones de Washington respecto a la propiedad diplomática rusa son, de hecho, un apoderamiento ilícito.
La portavoz recalcó que los edificios diplomáticos conservan su inmunidad incluso en los conflictos más graves.
"Los que se dedican a usurpar propiedades son los criminales", remarcó la portavoz, al agregar que Rusia parte de que trata con un Estado de derecho.
Rusia se abstuvo de tomar represalias durante varios meses, pero al ver que EEUU rehúsa desembargar esas propiedades suspendió a partir del 1 de agosto el acceso de los diplomáticos estadounidenses a una finca y a unos depósitos en Moscú.
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A finales de agosto, el Departamento de Estado de EEUU pidió a Rusia desalojar su Consulado General en San Francisco y dos oficinas diplomáticas más, una en Nueva York y la otra en Washington, poniendo como fecha límite el 2 de septiembre.
El Ministerio ruso de Exteriores lo calificó como un acto hostil y una burda violación del derecho internacional.
