La doctora Orianne Dumas y sus colegas de la INSERM analizaron datos de más de 55.000 mujeres que participaron en la investigación de salud que se realizó en 1989.
En el transcurso de su investigación los científicos franceses registraron la frecuencia del uso de los desinfectantes por parte de las enfermeras. Posteriormente, los investigadores corrigieron los resultados de su estudio tomando en consideración tales factores como la edad, la masa corporal y el consumo de tabaco.
"Descubrimos que las enfermeras que habían utilizado regularmente desinfectantes para limpiar distintas superficies —al menos una vez a la semana—, eran en un 22% más propensas a sufrir de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica", dijo.
Los científicos de la INSERM también valoraron el efecto que ciertos tipos de desinfectantes como el glutaraldehído, el peróxido de hidrógeno y los compuestos de amonio causan sobre la salud de las enfermeras. El riesgo de desarrollar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica a raíz de su uso frecuente varía entre un 24 y un 32%.
De hecho, las investigaciones anteriores comprobaron que los compuestos de amonio también pueden causar asma.
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